jueves, 29 de agosto de 2013

García Canclini, culturas, medios y sociedad, una explicación de la sociedad actual

A continuación desarrollo una serie reflexiones sobre el libro “Culturas Híbridas” de Néstor García Canclini, dónde trata la problemática cultural que se plantea en la sociedad a partir de la dualidad presente en la construcción del imaginario colectivo y de la identidad individual a partir de lo que García Canclini define como “modernidad” y “posmodernidad” y de cómo los medios de comunicación tratan de influir o influyen en esta construcción colectiva e indivual al actuar como repetidores consuetudinarios de la realidad, fragmentada e influida en función de sus intereses o de terceros, generando esto una cultura que no se termina de definir entre lo moderno y lo posmoderno a la que denomina híbrida.

El libro nos plantea a través de su recorrido, que las TICs, de manera inexorable están transformando nuestra cultura y la manera en que ella se construye y en este proceso trastocando la construcción simbólica que representa el imaginario colectivo. Esta transformación que se ha iniciado tiende a masificar al individuo, llevándolo a adherir a ideas generales que lo hacen anónimo donde ya no solo se comparte lo público, sino que lo privado del individuo también empieza a ser común. 
A pesar de esta pretendida masificación, el autor nos denota que en la sociedad actual, y a partir de la creciente aglomeración en grandes centros urbanos, se produce en realidad una atomización en la agrupación de los individuos, dónde la creación de imaginarios colectivos se ve sectorizada en función de los intereses comunes y elementos constitutivos comunes que acercan a los individuos entre sí, generando esto grupos cerrados con códigos comunicacionales únicos y compartidos entre ellos, quedando poco lugar al compartir en común con el resto de los que conforman la sociedad. Estas construcciones de lo intangible, (los imaginarios), se reproducen en lo tangible en la sociedad, viéndose en la sectorización marcada por tendencias de modas, políticas, socioculturales, creando estructuras complejas dentro del entramado social de una ciudad. Sin embargo, destaca García Canclini, la integración de estos grupos individualizados a los medios de comunicación y la utilización de lenguajes audiovisuales para su expresión y comunicación e identificación de sus miembros como también para la difusión de sus ideales y la conexión con el pasado, es un factor común que permite de alguna manera cohesionar este nuevo tipo de entramado social.
Otro aspecto común de estos diversos grupos de las sociedades actuales, tienen que ver con la representación histórica y de la construcción de la memoria colectiva. La identidad que antes se buscaba y reflejaba en íconos plasmados en monumentos, hoy se plasma en elementos efímeros, más acordes a los cambios y transformaciones que se van sucediendo en la sociedad y a la velocidad en que éstos ocurren. Es así como el grafitti (y otras expresiones similares) se ha convertido en el nuevo “monumento” que permite expresar de manera directa y critica una idea común y transmitirla en un lenguaje que puede ser entendido por propios y extraños y que puede ser modificado, alterado o simplemente desechado ante una nueva realidad dominante.
Otro punto de conflicto que nos presenta el autor es la forma en que se encuentra y resguarda la información y que genera conflictos y tensiones entre la preservación del pasado en forma de colecciones catalogadas en bibliotecas o museos como puntos de referencias del conocimiento. Esto se contrapone a la distribución de la información y el conocimiento que la telemática y la informática permiten hoy en día, pero que no necesariamente sea, como se propone desde diversos estratos sociales, una distribución accesible y democrática a la información, ya que muchas veces la misma se encuentra, influida y parcializada en función de los más diversos intereses. La posibilidad de obtener y poder reproducir con medios digitales la información no garantiza que la misma sea verificable o que tenga un asidero científico que la respalde, y está siendo cuestionado el hecho de que la obtención a través de medios digitales sea criterio de validación de la información o del conocimiento.




En otro apartado del libro, se nos enfrenta a los problemas que se dan en las relaciones interculturales y en cómo se afecta la construcción simbólica del imaginario ya sea en las dualidades de lo urbano y lo rural o en ciudades transfronteras. En este sentido, se nos hace notar que lo que antes se veía como procesos de construcción mediados por corrientes migratorias, hoy se pueden dar a través de la acción de los medios de comunicación, desconociendo territorio y fronteras, y generando más que una integración cultural, procesos de aculturación basados en la transmisión simbólica directa que permiten los medios audiovisuales y digitales, marcando de alguna manera nuevas fronteras sobre antiguos territorios. Estas influencias y sus consecuentes procesos de aculturación se ven reflejados en el arte, el lenguaje, las tradiciones, etc. al punto de recurrir a movimientos que promueven el rescate y la preservación del patrimonio histórico y cultural. García Canclini destaca que esto no sólo se produce a nivel local sino que la influencia se puede vislumbrar a nivel continental, donde el arte, la escritura, la música y otras expresiones culturales se presentan como productos híbridos que integran elementos externos al acervo cultural del autor o por las premisas marcadas por los intereses comerciales de un determinado grupo o nación. 
Siguiendo con el análisis, el autor nos muestra cómo las mismas expresiones ideográficas utilizadas por los grupos o sectores sociales, son utilizadas como medios para profundizar o acrecentar la influencia de determinadas ideologías sobre las construcciones colectivas, transformando de esta manera a expresiones populares como el grafitti o la historieta en vehículos de aculturación o penetración ideológica, potenciados por los nuevos soportes multimediales y la posibilidad de acceso a las comunicaciones en red. La expresividad urbana del grafitti que representa ideas, marca territorios, identifica, se representa hoy en los medios digitales como iconografía universal y potencia este mecanismo de expresión del lenguaje popular a una categoría superlativa al darle la caracterización de universal y que ya no sólo transmite la ironía de la crítica social y local, sino un símbolo de pertenencia a nivel global.
Por último, el texto nos acerca a una teoría sobre la distribución y el ejercicio del poder en esta sociedad que transcurre entre la modernidad y la posmodernidad. Es importante destacar en este aspecto que así como se puede acceder “libremente” a la información, es también muy fácil restringir o direccionar este acceso, manipulando los medios de difusión o las vías de acceso a la información. Otra manera de manifestar este poder es generando condiciones inequitativas de acceso, ya sea regulando la participación a través del acceso a la tecnología como también al conocimiento para hacer uso de las mismas, generando desequilibrios que permiten a determinados sectores hegemonizar la difusión de determinadas ideologías sobre otras, permitiendo de esta manera la reconstrucción de determinados imaginarios colectivos a fin de justificar su propia razón de ser, creando una sustentación del poder en bases que fácticamente fueron creadas a voluntad del grupo dominante.


A quienes lean esta interpretación, sepan que la misma está abierta a debate y que cualquier contribución ayuda a un mejor entendimiento de nuestro modelo de sociedad. Espero sus comentarios!

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