domingo, 29 de septiembre de 2013

El cambio de rol en los entornos virtuales de aprendizaje

Es una realidad que el rol docente debe cambiar cuando se ejerce en un ambiente de enseñanza y aprendizaje mediado por tics. En estos contextos, el docente, y refiriendo a Salinas (1998), deja su posición de fuente de conocimientos para ser un facilitador de acceso al conocimiento, actuando como guía de los estudiantes y como gestor de recursos y herramientas para orientar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Para asumir estos roles, es absolutamente necesario que el docente cuente con la capacidad y el conocimiento para abordar los recursos técnicos y didácticos que se presentan en los entornos TICs. Pero este cambio en el rol que requiere esta realidad educativa representada en las tics, debe ser acompañada por las instituciones educativas y por su comunidad, y ampliando el concepto por la sociedad en general.
Para asumir estos cambios es necesario repensar y reformular la formación profesional docente y los trayectos de formación docente continua a fin de poder dar respuesta a la demanda que significa el rol de docente guía y mediador en entonos virtuales de enseñanza y aprendizaje, implicando de manera más profunda, un cambio en la cultura escolar.
Pero no solamente este cambio se ve representado en el docente, es imprescindible que como docente se repiense el perfil del alumno que aborda un proceso de enseñanza y aprendizaje en un entorno TIC. Es innegable que el cambio se produce en el sujeto tanto como en el contexto educativo, suponiendo esto un cambio en las representaciones de los actores en el proceso y por supuesto también de las teorías, estrategias, contenidos, materiales y prácticas de evaluación que se ponen a disposición del nuevo espacio de encuentro de los actores del entorno educativo mediado por tics. Resumiendo, y siguiendo a Salinas, (2004), se deben producir cambios en el rol del profesor, cambios en el rol del estudiante, cambios metodológicos e institucionales tendientes a centrar el proceso en el alumno.
En este contexto el profesor asume un rol de facilitador de acceso a recursos, contenidos y procesos necesarios para la construcción de nuevos conocimientos, interviniendo de manera más puntual cuando los recursos puestos a disposición en el entorno no alcanzan para propiciar el autoaprendizaje o el aprendizaje socialmente construido. Esta intervención no significa reasumir el rol de poseedor de conocimientos, sino el de mediador ante los recursos propuestos y el abordaje propicio de los mismos por parte de los alumnos.
Es necesario que tanto alumnos, y sobre todo, docentes se especialicen en competencias relacionadas al uso, selección y organización de la información, atendiendo a entornos educativos que ya no sólo comprenden la presencialidad, sino también modelos virtuales y modelos compartidos (B – Learning) y que requieren de una nueva flexibilidad para abordar de manera autónoma o entre pares los materiales o los procesos involucrados en estas nuevas formas de enseñar y aprender para no terminar tratando de utilizar metodologías tradicionales en estos nuevo entornos.
Las TICs implican, no solamente, una nueva manera de abordar los procesos de enseñanza y aprendizaje, sino que también se transforman en conocimiento al tomar conocimiento del uso de las diversas herramientas. Como afirma Litwin (1997) la forma es contenido, por lo tanto al interactuar en estos entornos virtuales, tanto alumnos como docentes, no solo cumplen con lo que se requiere para un determinado curso de cada uno de ello, también adquieren y se forman en competencias digitales. En el trayecto, se reconstruirán y reorganizarán ideas pedagógicas, rutinas, prácticas y didácticas en función del cambio tecnológico y sociológico que implica el ingreso de las TICs como un entorno de enseñanza y aprendizaje.
La organización pedagógica de la clase debe cambiar en función del alumno, y es el docente quien debe programar el acceso a los contenidos de manera tal de llevar un nivel de desarrollo creciente y siempre atendiendo a las necesidades de la comunidad educativa o grupo conformado, creando los rompimientos sobre las estructuras cognitivas ya formadas para mantener el interés y la necesidad de nuevos conocimientos en ambientes que no son “normales” o “naturales” para la enseñanza y el aprendizaje de acuerdo a las concepciones afirmadas en la construcción social del imaginario. En este punto es necesario reforzar la idea del docente generador de contenidos y de actividades que se ajusten a los entornos en los que se están trabajando, fomentar las búsquedas y consultas, la interacción con otros, la colaboración en la resolución de problemas y usar elementos TICs tradicionales solo como apoyo al desarrollo de la actividad de enseñanza y aprendizaje en un entorno virtual. Esto significa que las película, power points, o montaje de video, deben salir del foco como objetivo de la actividad de enseñanza y pasar ese foco al proceso que lleva a conseguir este tipo de resultado y a las interacciones necesarias para ello, siendo en este punto la función de guía del docente más que indispensable.

Para finalizar, debo afirmar que, este cambio que implican las tics en la acción docente, no debe tomarse como que la guía en estos procesos no requiere de los conocimientos que se tienen en los procesos de enseñanza y aprendizaje tradicional, al contrario, implican que además de esos saberes se necesitan las que hoy conocemos como competencias digitales, ergo, haber zanjado la brecha digital y estar en condiciones de ayudar a nuestros alumnos a disminuir la brecha cognitiva.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La trilogía comunicación, lenguaje y TIC´s

Comienzo el presente análisis tomando las palabras de Edgar Morin en el desarrollo de su "paradigma de la complejidad": "¿Qué es la complejidad? A primera vista, la complejidad es un tejido (complexus: lo que está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo uno y de lo múltiple. Al mirar con más atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico. Así es que la complejidad se presenta con los riesgos inquietantes de lo enredado, de lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre..." (Morin en Guyot, 2002 p. 128)
Me posiciono desde esta perspectiva para esbozar algunas lineas respecto a la red configurada en los procesos actuales entre educación, lenguaje y tics.
Complejidad entendida por el sinfín de vinculaciones posibles de generar en los ámbitos educativos con la incorporación de las tics. Es impensado en nuestros días mantenernos al margen de los avances tecnológicos y comunicacionales que nos interpelan cotidianamente, modificando nuestros hábitos culturales, sociales, vinculares, entre otros. Es en este punto en el cual ingresa al juego, de manera obligatoria, el lenguaje y todo lo que formulemos (o no) con él. En el ámbito social, propiamente dicho, el lenguaje como símbolos y códigos comunes comienza a experimentar cambios y mutamos a la comunicación 2.0: aparecen nuevos recursos que nos hiperconectan en la virtualidad global pero que muchas veces, en su contracara, nos desconectan de la realidad.
En el ámbito educativo, sucede lo mismo, pues como institución social también absorbe el modo en que se desarrolla la sociedad. Es en este momento en el cual se comienza a evidenciar la encrucijada por incorporar al trabajo en el aula, la utilización de las tics, ya que es imposible negarlas, están presentes y debemos "hacernos cargo" de ello. Incluir las tics en nuestras practicas docentes, implica reflexionar concienzudamente sobre nuestras planificaciones, sobre las actividades y contenidos que serán abordados en un determinado espacio curricular. No se trata de incluir las tics como soluciones milagrosas a todos los problemas que evidencia el sistema educativo actual, sino generar propuestas mediante las cuales, las tics sean puentes que acorten las brechas entre el docente y el alumno,que generen variables para el trabajo colaborativo y en equipo, que motiven al alumno a comprometerse en el proceso de aprendizaje pues comparten el mismo lenguaje tecnológico.
Si las propuestas educativas que involucran tics son planificadas con criterios pedagógicos sólidos, los resultados para todas las partes intervinientes en el proceso, pueden ser sumamente gratificantes. 



 Natalia Rébola
Licenciada en Turismo (Universidad Blas Pascal)
Profesora Universitaria (Universidad Católica de Córdoba)

De la brecha digital a la brecha cognitiva, en el medio Conectar Igualdad


Sin entrar en un debate sobre cómo se financia el programa o sobre la intencionalidad o no de su uso político, debemos afirmar que conectar igualdad es, en cuanto a educación se refiere, lo que se define como una política de estado, entendiendo a aquella política que puede por sí misma, exceder el termino de un gobierno.
El programa, indudablemente ha permitido, a partir de la incorporación de las netbooks en la sociedad, reducir en un gran porcentaje la población que no tenía posibilidad de acceder al mundo digital, acompañado esto por el programa de inclusión digital Argentina Conectada que ha extendido la conectividad a internet a los sitios más recónditos del país.
Pero Conectar Igualdad a su vez, ha quedado en deuda, ya que no ha dado respuesta a la necesidad de, a partir de zanjar la brecha digital, abordar lo que significa zanjar la brecha cognitiva.
Hasta ahora, las estrategias de capacitación y actualización docente sobre el uso e inclusión de las TICs en el entono aúlico en nuestra consideración no ha sido la adecuada, ya que se ha enfocado esta capacitación en el uso puntual de herramientas (programas informáticos y elementos de hardware) y no en el entendimiento de la influencia de las TICs en las culturas juveniles y en cómo estos grupos sociales utilizan los lenguajes multi e hipermediales para producir y compartir información y conocimiento.
Otro aspecto desaprovechado es el de formar a los docentes como mediadores en el uso educativo de las TICs, ya que no se los ha capacitado en tareas básicas como las de búsqueda, catalogación y selección de información para su posterior inclusión en la planificación escolar y en el proceso de enseñanza y aprendizaje, reduciendo los esfuerzos aislados de los docentes al reemplazo de la fotocopia por un documento electrónico y desvirtuando así la incorporación de estas herramientas en los entornos aúlicos.
Si bien cada vez más docentes van incorporando las TICs en sus prácticas, esta incorporación no es natural, dándose un proceso dónde se planifica una actividad, a veces hasta fuera de los contenidos que se están abordando que requiera el uso de TICs, cuando esta incorporación debiera ser invisible, y que el alumno recurra a su net y a los recursos que se encuentran en ella o a los que se pueden acceder a través de ella de manera natural, como allá lejos y hace tiempo nuestra generación sacaba el libro de abajo del banco.
(Texto y video producido colaborativamente por Natalia Rébola y Germán Sánchez)